Salud en Casa.- El Perú atraviesa una crisis alimentaria sin precedentes. La Encuesta Demográfica y de Salud Familiar ENDES 2025 – I muestra un retroceso alarmante en los indicadores: la anemia en menores de tres años alcanzó el 45.3%, mientras la desnutrición crónica en menores de cinco años llegó al 12.6%. Paralelamente, un estudio del Instituto Nacional de Salud y UNICEF confirma que el 38.4% de escolares de 6 a 13 años tiene exceso de peso.
Jessica Huaman, coordinadora de la Plataforma por la Seguridad Alimentaria nos refiere que significa este fenomeno “La coexistencia de la anemia, desnutrición y sobrepeso u obesidad en nuestra niñez, se le conoce como la triple carga de la malnutrición, tipos de malnutrición que hoy afectan a los mismos territorios, hogares e incluso podrían afectar a un mismo niño.”
Esto ocurre porque el acceso económico a alimentos nutritivos está siendo más dificil, ya que es más barato comprar una gaseosa o un paquete de galletas que una fruta fresca y libre de pesticidas. Esa distorsión no es casualidad, es resultado de cadenas largas de comercialización, ausencia de apoyo real al agricultor familiar y un mercado saturado de ultraprocesados.
“Este escenario podría cambiar si se trabaja para transformar los entornos alimentarios para reducir la disponibilidad de ultraprocesados en escuelas y comercios, impulsar la producción y apoyo a los agricultores para priorizar la producción local de alimentos frescos, Fortalecer la seguridad alimentaria con con planes articulados entre salud, educación, agricultura y gobiernos locales.” precisó Huaman.
La especialista advierte que las consecuencias ya son graves y crecerán si no se actúa con urgencia. “Cada niño con anemia pierde capacidad de aprendizaje, cada adolescente con obesidad arrastra el riesgo de diabetes e hipertensión desde la escuela, y cada familia que lucha por comer sano con pocos recursos es un recordatorio de que estamos hipotecando el futuro del país”, señaló Huamán.
En términos económicos, la inercia actual representa un costo altísimo. Según un informe de UNICEF, en el caso del Perú, los gastos asociados a la obesidad podrían superar los US$210.000 millones anuales en el futuro. En otras palabras, lo que no se invierte hoy en prevención se paga multiplicado mañana en tratamientos médicos, ausentismo escolar y laboral, y pérdida de productividad.