Salud en Casa.- Se suele decir que cuando trabajas en oficina lo que se agota es la mente, y cuando tu labor exige esfuerzo físico, es el cuerpo el que se resiente. Pero ¿qué tan cierto es? Al final del día, todos buscamos descansar, aunque el tipo de descanso que necesitamos depende de cómo hemos gastado nuestra energía. Para muchos, descansar no significa detenerse, sino encontrar la vía adecuada para liberar tensiones y recargarse.
En el caso de quienes pasan horas frente a la pantalla, el reposo total no siempre es la mejor opción. Más bien, un cambio de estímulo es lo que se busca. Muchas personas optan por ejercitarse al caer la tarde, salir a caminar, pasear a sus perros o incluso bailar. Es ahí donde aparecen diversas alternativas para descansar activamente, y entre ellas, el baile fitness se ha convertido en una de las más completas, porque combina movimiento, música y desconexión.
“El cuerpo no necesita únicamente reposo absoluto; también descansa cuando cambia de actividad. Una sesión de baile fitness después de la oficina oxigena el cerebro, mejora la postura y ayuda a soltar la rigidez mental”, explica Sergio Pérez, coach y jefe del departamento técnico de Smart Fit.
Esta alternativa no solo es una forma divertida de mover el cuerpo; también es una herramienta para transformar el cansancio en energía positiva. Entre sus principales beneficios destacan:
“Al terminar la clase, la sensación es de ligereza, como si hubieras dejado atrás el peso del día. No es solo ejercicio, es una manera de recuperar energía y buen ánimo para lo que viene”, concluye Pérez.
Al final, todo depende de qué te haya cansado durante el día. Para quienes cargan con agotamiento mental, moverse es el verdadero descanso. Y la música, sumada al baile, es la mejor fórmula para recuperar la energía que la rutina laboral consume.