¿Cómo actúan los adolescentes ante un problema? Ayuda a tus hijos a afrontar situaciones adversas

¿Cómo actúan los adolescentes ante un problema? Ayuda a tus hijos a afrontar situaciones adversas

3 Septiembre, 2025

Salud en Casa.- La adolescencia es una etapa donde se aprende a lidiar con situaciones de estrés que pueden ser cotidianas: discutir con un amigo, dejar clara una opinión o incluso detener un intento de bullying. Es necesario ayudarlos a desarrollar estilos de afrontamiento adecuados y evitar que normalicen situaciones extremas o respondan con pasividad a eventos críticos.

 

 

 

“Además de los cambios físicos, psicológicos y sociales, los adolescentes se encuentran en plena formación de su personalidad. Aquí desarrollan un estilo de afrontamiento, es decir, la manera en que responden a una situación demandante o problemática. Este estilo puede marcar la conducta y el pensamiento del individuo durante toda su vida”, explicó Rebeca Cahui, psicóloga de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS).

 

 

Identificar los estilos de afrontamiento de un adolescente, ayudará a los padres a entender cómo reacciona ante una situación adversa y corregir oportunamente alguna conducta disfuncional. Pues se espera formar a un futuro adulto capaz de actuar ante demandas cotidianas que muchas veces se incrementan o problematizan.

 

 

 


 

 

 

 

Factores de riesgo.

 

Según Cahui, existen factores que propician estilos negativos de afrontamiento, más aún cuando, en la adolescencia, los jóvenes comienzan a reemplazar a la familia por el círculo social.

 

 

“La ausencia emocional de los padres, un entorno caótico, un ambiente de alta inseguridad ciudadana, sufrir castigos físicos o verbales, una excesiva exposición a las redes sociales, entre otros, son factores de riesgo que un adolescente puede normalizar y generar un rechazo extremo o una pasividad ante posibles eventos similares. Por ello, tenemos jóvenes que no quieren relacionarse con los demás o que tienden a buscar personas que los conducen a eventos de riesgo con la finalidad de sentirse aceptados”, advirtió la especialista de la UCSS.

 

 

 


 

 

 

Cuáles son los estilos de afrontamiento.

 

Los adolescentes requieren adaptarse funcionalmente a la vida. Necesitan comprender que ante las situaciones que generan estrés, tienen las capacidades personales y el soporte social cercano que los ayudarán a usar estrategias para afrontar el evento, afirmó Cahui, quien detalló que los estilos de afrontamiento son tres:

 

 

 

·         Estilo individual: busca resolver un problema por sí solo. El adolescente aprende a identificar qué recursos personales posee para afrontar una situación y en qué aspectos necesita trabajar. Se genera una actitud optimista porque reconoce que tiene la capacidad para resolver un evento adverso.

 

·         Estilo grupal: busca apoyo y confía en su círculo íntimo. La ayuda depende de las personas que el adolescente considera confiables. Es importante que los padres sean ese soporte o dirijan a sus hijos hacia servicios seguros de ayuda. Por ello, es necesario fortalecer las habilidades personales de los jóvenes para que sean capaces de alertar si alguien les ofrece algo indebido y discernir sobre qué tipo de ayuda tomar en cuenta.

 

·         Estilo improductivo: se presenta como una incapacidad para resolver un evento adverso. El adolescente no posee recursos personales suficientes y no conoce a una red de personas en quien confiar. Desencadena emociones negativas como el miedo, la culpa y la preocupación. Como no es satisfactorio sentirlas, busca calmarlas mediante la procrastinación o una actitud cínica y evasiva. Puede recurrir a elementos adictivos como el alcohol, las drogas y la pornografía, y actuar mediante conductas agresivas.

 

 

Qué deben hacer los padres.

 

Los padres de familia requieren estar atentos a la conducta de sus hijos, a través de la escucha, de compartir momentos divertidos, de hacer actividades que disfruten, de asistir al colegio para consultar sobre su desempeño. Es fundamental que el adolescente tenga a su alcance modelos parentales que sirvan de ejemplo para resolver conflictos y un ambiente de colaboración que lo motive a pedir ayuda cuando lo necesite. 

 

 

“Se requiere trabajar capacidades como la inteligencia emocional, las habilidades sociales, los estilos de comunicación y aspectos externos como la identificación de redes de apoyo y uso de la tecnología para buscar medios seguros de ayuda. De esa manera, estamos formando a un adolescente con herramientas concretas para afrontar situaciones adversas y aportar al desarrollo saludable de su bienestar psicológico, su personalidad y su salud mental en general”, concluyó la especialista de la UCSS