Salud en Casa.- Cada 28 de mayo, el Día Mundial de la Higiene Menstrual nos invita a reconocer la menstruación como un proceso natural, saludable y digno, que merece ser abordado sin vergüenza. Según datos recientes de ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), más de 2 millones de mujeres y niñas menstrúan cada mes en el mundo.
La higiene es un componente fundamental de la salud menstrual, que no se limita al uso de productos adecuados, sino al reconocimiento de una serie de factores interconectados que deben abordarse de manera integral. Hablar abiertamente sobre la menstruación permite derribar mitos y estigmas, fomenta la empatía y fortalece redes de apoyo entre mujeres y niñas. Además, contribuye a visibilizar la importancia biológica y cultural de esta experiencia, promueve el respeto por los derechos fundamentales y nos recuerda que la sororidad es clave para avanzar hacia la igualdad.
“Conocer nuestro ciclo menstrual, entender los cambios del cuerpo y saber cómo cuidarlo no solo nos da autonomía, también nos permite anticiparnos y reconocer posibles señales o desequilibrios en nuestra salud íntima. La información adecuada y a tiempo es una herramienta poderosa para vivir una menstruación más consciente y saludable” explica ginecóloga, Diana Álvarez.
En este contexto, Ladysoft —marca de cuidado femenino de Softys— reafirma su compromiso con el bienestar menstrual de todas las niñas y mujeres, bajo la firme creencia de que cada una debe tener la libertad y conocimientos para vivir su ciclo a su manera, con total confianza. Por eso, en esta fecha, recordamos que cuidarse durante el periodo con productos seguros, hábitos saludables e información disponible es fundamental para sentirse segura.
Junto a la Dra Álvarez te damos algunos consejos prácticos para llevar una buena higiene menstrual:
Finalmente, para seguir construyendo una cultura menstrual más consciente y respetuosa, también es importante:
● Educar desde la infancia: Integrar la educación menstrual en hogares y escuelas fomenta la comprensión y empatía.
● Fomentar el diálogo abierto: Crear espacios seguros donde se pueda hablar de la menstruación con naturalidad y sin prejuicios, permite reforzar mensajes permanentes que rechacen la idea de que es un tema tabú .
● Usar lenguaje respetuoso: Evitar expresiones peyorativas o eufemismos negativos, como “estar enferma” o “en esos días”.
● Validar todas las experiencias: Respetar que cada persona vive su ciclo de forma diferente.
● Promover el autocuidado: alentar el conocimiento del cuerpo y la conexión con el ciclo como parte del bienestar integral.