Nutrición supervisada promueve la recuperación del paciente oncológico

Nutrición supervisada promueve la recuperación del paciente oncológico

27 Mayo, 2025

Salud en Casa.- En un contexto donde la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes oncológicos concentran la atención de la comunidad médica, nuevos avances científicos apuntan hacia una nutrición cada vez más precisa y personalizada como piedra angular de la recuperación. Especialistas alertan: tras la atención al diagnóstico y el tratamiento, el aporte nutricional dirigido podría marcar la diferencia entre complicaciones mayores y una evolución clínica óptima.

 

 

Avances reveladores en nutrición oncológica
Un estudio publicado el pasado marzo en The Lancet Oncology demuestra que los pacientes que siguieron planes de nutrición inmunomoduladora —ricos en ácidos grasos omega-3, aminoácidos de cadena ramificada y micronutrientes como el selenio— redujeron en un 30 % las infecciones relacionadas con la quimioterapia y disminuyeron su estancia hospitalaria en promedio en dos días. Además, un metaanálisis de la Sociedad Americana de Cáncer (American Cancer Society, 2024) concluye que el ajuste de la ingesta proteica a 1,5 g/kg día durante el tratamiento oncológico mejora la tasa de supervivencia global al año en un 18 % con respecto a dietas convencionales.

 

 

Anemia y vulnerabilidad: cifras locales alarmantes
En general, el 85 % de los pacientes oncológicos presentan algún grado de anemia por deficiencia de hierro. Un estudio llevado a cabo en Perú, en 2021, mostró que al momento del diagnóstico al menos un 40% de los pacientes presentan anemia por deficiencia de hierro y que la prevalencia en cáncer hematológicos y tumores sólidos es de 60-70% y 40% respectivamente (1). Este es un factor que complica la tolerancia al tratamiento y eleva el riesgo de fatiga crónica y caídas. Paralelamente, la ENDES 2022 indica que el 43 % de menores de cinco años y una de cada tres mujeres en edad fértil ya arrastran anemia, lo que subraya la necesidad de estrategias nutricionales tempranas y supervisadas.

 

1.      Garcia Arispe Jennyfer E., Loo-Valverde María, Chanduví Willer, Guillen-Ponce Rocio, De La Cruz-Vargas Jhony A.. Anemia y supervivencia en pacientes con cáncer, un estudio peruano con seguimiento de 5 años. Rev. Fac. Med. Hum.  [Internet]. 2021  Ene [citado  2025  Mayo  14] ;  21( 1 ): 90-100. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2308-05312021000100090&lng=es.  http://dx.doi.org/10.25176/rfmh.v21i1.3460

 

 

 

 

Recomendaciones clave de los expertos

 

  1. Eliminación de azúcares (sacarosa). Las células tumorales dependen de la glucosa para proliferar. Según el Dr. Robinson Cruz, nutricionista especialista en oncología, “restringir la sacarosa” durante todo el tratamiento ayuda a contener procesos inflamatorios y limita la agresividad tumoral. Además, es importante precisar que el problema está relacionado con la sacarosa (azúcar común) y no con la lactosa (azúcar natural de la leche)”.

 

  1. Carbohidratos complejos en porciones controladas. Cereales integrales, tubérculos y legumbres aportan energía sostenida y favorecen la salud de la microbiota intestinal, esencial para la inmunidad y la absorción de nutrientes.

 

  1. Proteínas de alto valor biológico. Carnes magras, pescado azul, huevo y leguminosas deben ajustarse a la fase de tratamiento para optimizar la reparación tisular y combatir la anemia.

 

  1. Suplementación bajo supervisión. Vitaminas, minerales y fórmulas de soporte inmunonutricional solo bajo prescripción especializada, una práctica que ha mostrado mejorar la respuesta a la radioterapia y disminuir inflamación del tracto digestivo, en un 25 %.

 

Ejercicio: el aliado silencioso
 

Para el Dr. Cruz, presidente de la Asociación Peruana de Nutrición Clínica Oncológica, ASPENCO, y del Comité Internacional para la Elaboración de Consensos y Estandarización en Nutriología, CIENUT, el mantenimiento de la masa muscular actúa como vacuna contra la inflamación y el desgaste. “Programas de resistencia ligera y tonificación adaptados al estado de cada paciente han demostrado incrementar en un 20 % la tolerancia al tratamiento y reducir en un 15 % el riesgo de caídas y fracturas en pacientes mayores” explica el especialista.
 

Con estos avances, la convergencia entre nutrición de precisión y actividad física supervisada se perfila como un pilar estratégico para transformar la experiencia oncológica: no solo combatir la enfermedad, sino también mejorar la calidad de vida y los resultados a largo plazo.