Salud en Casa.- A escala mundial, el 50% de los pacientes tiroideos no ha sido diagnosticado, debido a que los síntomas que presentan son sumamente comunes y suelen pasar desapercibidos o enmascararse con otras dolencias.
Según el Dr. Luis Huarachí, médico endocrinólogo y miembro de la Sociedad Peruana de Endocrinología, esto se debe a que las personas actualmente normalizan síntomas como el cansancio, caída del cabello o incluso el aumento de peso, con el estrés generado durante el home office o a llevar un estilo de vida poco saludable; sin embargo, podrían ser señales de algún trastorno de la tiroides.
“Estas alteraciones se presentan en las mujeres con una frecuencia de 5 a 8 veces mayor que en los varones, y en ellas puede generar problemas de fertilidad, obesidad, problemas cardiacos, entre otros”, agrega.
A fin de apoyar en el conocimiento de los problemas de tiroides y fomentar la identificación oportuna, a continuación, el especialista detalla cuáles son los principales trastornos de esta hormona y las señales de alerta que puede presentar un paciente no diagnosticado:
Por otro lado, el Dr. Huarachí recomienda que los pacientes con esta condición y que llevan un tratamiento, mantengan su mismo horario y medicamento, pues de realizar algún cambio, el médico tendría que evaluar nuevamente la dosis.
“Asimismo, se debe tener un adecuado seguimiento y control de la patología. La periodicidad de las consultas es determinada por el médico especialista, de acuerdo con la necesidad de cada caso. Por ejemplo, para pacientes con hipotiroidismo, puede ser cada tres meses; mientras que, en el caso de aquellos con hipertiroidismo o en fases iniciales de cualquiera de las dos enfermedades, puede ser hasta cada 14 días”, indica.
Por último, el especialista explica que el diagnóstico de estas enfermedades se logra a través de un examen de hormona estimulante de tiroides (THS), que permite identificar a tiempo cualquier alteración. “El test se debe realizar desde los 18 años en adelante y si el resultado es negativo, se debe volver a proceder con este examen dentro de 3 años. En el caso de los pacientes mayores de 60 años, se recomienda tomar la prueba cada año”, finaliza.