Salud en Casa.- Ayer se recordó el Día Mundial de la Fibromialgia, una enfermedad que es causal de discapacidad y que afecta la calidad de vida de mujeres jóvenes; pero que tal vez muy pocos conocen. Y es que, tanto a nivel mundial como en el Perú, la fibromialgia resulta ser un reto para su diagnóstico llegando incluso a detectarse con siete años de retraso, según un estudio realizado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
“La fibromialgia es un síndrome, que genera dolor crónico y difuso, es decir, en diferentes partes del cuerpo; acompañado de alteraciones en el patrón del sueño y también alteraciones psicológicas como ansiedad o depresión. Hasta el momento se desconoce la causa exacta. Los pacientes con fibromialgia se caracterizan por presentar alteración en la percepción de los estímulos dolorosos”, explicó Karen Vega, médica reumatóloga asociada de Organnical.
De acuerdo a la Dra Vega, tratar la fibromialgia resulta ser complejo. El tratamiento no solo incluye terapia farmacológica con medicamentos antidepresivos, sino que también requiere la intervención de terapia no farmacológica como fisioterapia, psicoterapia, actividad física saludable con ejercicios que involucren la interacción mente-cuerpo como el yoga o tai-chi.
“Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres entre los 20 y 45 años. Otros síntomas que pueden presentar son la rigidez en el cuerpo, calambres, adormecimiento de alguna extremidad, poca concentración, deterioro de la memoria, alteraciones del humor, dolor mandibular, distensión abdominal, colon irritable. En la mayoría de los casos, los pacientes que presentan enfermedades autoinmunes van a estar acompañados de un cuadro de fibromialgia, principalmente los que sufren artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico”, agregó la Reumatóloga.
Terapia complementaria
Para esta enfermedad, el cannabis medicinal resulta ser una terapia complementaria al manejo convencional de estos pacientes, pues se ha demostrado ser de apoyo para su control. “El uso del cannabis mediante una adecuada vigilancia de su médico, puede ayudar a que los pacientes no sean dependientes de algunos medicamentos. Debe quedar claro que este tratamiento no puede usarse como reemplazo de ninguna medicación, pero sí acompañarlo para mejorar tanto el dolor como los síntomas asociados como los disturbios del sueño, fatiga, ansiedad, depresión”, puntualizó Vega.