¿Un perro en casa? Así puede cambiar la forma en que tu hijo crece

¿Un perro en casa? Así puede cambiar la forma en que tu hijo crece

18 Julio, 2025

Salud en Casa.- El 21 de julio se conmemora el Día del Perro, una fecha que invita a valorar el rol que estos animales tienen en nuestras vidas. En el caso de los niños, crecer con un perro va mucho más allá del juego y puede influir positivamente en su autoestima, empatía y manejo emocional.

 

 

 

A partir de los tres o cuatro años, los niños ya son capaces de establecer vínculos afectivos con sus mascotas. A esa edad comienzan a expresar cariño, imitar conductas de cuidado y conectarse emocionalmente con el animal. “La relación entre un niño y su perro suele ser muy profunda. Para muchos, es su mejor amigo, una presencia que los acompaña y los hace sentir seguros”, mencionó Karin Domínguez Ayesta, directora del Modo USIL de la Universidad San Ignacio de Loyola.

 

 

La especialista comentó cuáles son los principales beneficios de contar con una mascota durante la niñez:

 

 

  1. Fortalece el amor propio: Cuando un niño se involucra en el cuidado de su perro, desde alimentarlo hasta acompañarlo en sus paseos, empieza a desarrollar sentido de responsabilidad y confianza en sí mismo. Sentirse competente y saber que su presencia es importante para su perro refuerza su autoestima y lo hace sentirse valioso.

 

  1. Apoyo emocional en los días difíciles: La presencia de un perro puede convertirse en un gran alivio cuando el niño se siente ansioso, triste o asustado. Su sola compañía transmite calma, y el contacto físico, como acariciarlo o abrazarlo, ayuda a reducir el estrés. Además, esta relación permite que los niños expresen lo que sienten sin miedo a ser juzgados, en un espacio seguro donde pueden reconocer sus emociones y aprender a gestionarlas de forma más saludable.

 

  1. Empatía y habilidades sociales desde casa: Cuidar de un perro también ayuda a los niños a desarrollar empatía, ya que deben estar atentos a sus necesidades, interpretar señales no verbales y responder con afecto. Ese aprendizaje se traduce en una mejor relación con otros niños, ya que les enseña a cooperar, respetar y resolver conflictos de manera más positiva.

 

Su impacto en niños con ansiedad, TDAH o autismo

La presencia de un perro puede tener efectos especialmente positivos en niños con ansiedad, TDAH o trastornos del espectro autista debido a que les ofrece una compañía constante, predecible y sin juicios, lo que ayuda a reducir el estrés y la sobrecarga sensorial. En casos de ansiedad, el contacto con el animal genera una sensación de calma y seguridad; en niños con TDAH, fomenta la creación de rutinas y el desarrollo de habilidades como la paciencia y la autorregulación. En el caso de niños con autismo, la convivencia con un perro facilita la interacción social, el reconocimiento de emociones y la expresión afectiva.

 

¿Estás pensando en sumar un perro a la familia?

Antes de tomar la decisión, es importante que los padres conversen con sus hijos sobre lo que implica cuidar de un animal. “No es un juguete, sino un ser vivo que necesita atención, respeto y compromiso”, advierte la especialista.

 

También es importante asegurarse de contar con el tiempo, espacio y recursos necesarios para ofrecerle una buena calidad de vida. Estar preparados para atender a la mascota hará que la experiencia sea positiva tanto para el niño como para el perro.