“La salud mental es necesaria para los que buscan ser felices”

“La salud mental es necesaria para los que buscan ser felices”

2 Enero, 2019

Agencia Andina.-Yuri Cutipé Cárdenas es director ejecutivo de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa) y ha logrado que se cierre el año con la creación de 106 centros especializados de atención a escala nacional. Alrededor de 10 millones de peruanos podrán acudir para asegurar su tranquilidad emocional.

 

 

Para Cutipé Cárdenas su preferencia por no atender los males del cuerpo sino del alma, con toda pasión, tal vez se remonta a su abuela, doña Estela. Ella, recibía con frecuencia en casa a familiares y vecinos que la buscaban por sus maneras de tratar las tristezas o los males físicos de la gente.

 

Fue una curandera arequipeña muy querida y respetada, a la que él observó desde muy niño. Lo que más le sorprendía, recuerda, era ver a la gente salir alegre de las consultas. Esa experiencia, explica hoy, fue el origen de su entrega por la salud mental.

 

En el 2014 asumió la dirección ejecutiva de Salud Mental del Minsa. Este médico psiquiatra, con especialidad en la atención a niños, niñas y adolescentes, reconoce que el mayor logro junto con su equipo de trabajo es haber creado, al cierre del 2018, 106 centros de salud mental comunitaria a escala nacional.

 

 

El número es importante, pues significa que cerca de 10 millones de peruanos y peruanas podrán recibir un servicio especializado que cuenta con profesionales de la salud mental que poseen un sistema de trabajo distinto, pues la atención es prolongada, no se recomiendan medicamentos, “y si es necesario, se visita al paciente en su casa”, comenta. 

 

“Gracias al respaldo de la máxima autoridad del sector, que determinó mediante una norma que la salud mental sea una prioridad sanitaria, llegamos a este punto. No ha sido sencillo. Se tuvo que romper con muchos años de inercia y con una visión de servicios diseñados para resolver solo problemas de salud físicos”. 

 

Punto de quiebre

 

Así como en la vida personal, en la social también hay un antes y después. Para la salud mental, cuenta Cutipé Cárdenas, hijo de padre moqueguano y madre arequipeña, hay dos momentos claves: al final de los años 90, cuando los colectivos de víctimas de violencia y familiares de la Fuerzas Armadas solicitaron que se incluya la atención a la salud mental en los programas de reparaciones. 

 

Otra circunstancia ineludible fue el aumento de la violencia familiar y contra la mujer, en especial de feminicidios. Esto obligó a que el 2015 el Minsa tenga una visión estratégica; por ello, orientó su presupuesto para cumplir objetivos y metas claras. Así, aprobó el Plan Nacional de Fortalecimiento de Servicios de Salud Mental Comunitaria 2018-2021.

 

 

 

 

Mucho camino ha recorrido el doctor Yuri, nombre que debe a su progenitor, un gran admirador del astronauta ruso Yuri Gagarin. Más de dos décadas de trabajo en el Estado afinaron en él su perseverancia y, como buen arequipeño, su capacidad para luchar contra las adversidades.

 

Desde el colegio, él supo que curar las emociones de las personas era su vocación, aconsejarlas, sobre todo a los niños, niñas y adolescentes. Por eso eligió la psiquiatría, y ejercerla desde el Estado para ayudar a los que tienen anhelos, muchas necesidades y buscan oportunidades para crecer, afirma este servidor público.

 

 

“A esa gente, pero también a la que tiene una buena posición económica la ayudo. El sufrimiento es el mismo. En estos tiempos de emergencia social, la salud mental es necesaria para los que buscan ser felices”. Por eso Yuri cree en la salud mental comunitaria.

 

 

 

Hoja de vida

 

Se formó como médico general en la U. Nacional San Agustín de Arequipa (1991).

 

Después optó por la especialidad de Psiquiatría en la UNMSM (1997–2000).

 

En la U. Cayetano Heredia se especializó en niños, niñas y adolescentes (2000- 2002).

 

Tiene estudios completos de Maestría en Políticas Sociales de la UNMSM (2000-2002).

 

Es candidato al doctorado en Salud Pública de la U. Cayetano Heredia.