Salud en Casa.- El Covid-19 no sólo ha impactado negativamente en la atención y seguimiento de enfermedades crónicas y agudas. Las secuelas neurológicas que deja en algunos pacientes también se relacionan con el incremento de diversas manifestaciones neurológicas, como los accidentes cerebrovasculares, también conocidos como ACV, que, al año, aqueja a entre 500 a 1000 personas, siendo la segunda causa de muerte prematura más común en el Perú.
“Existen dos tipos de ACV, los isquémicos, en el que una arteria cerebral es obstruida por un coágulo; y los hemorrágicos, en el que un vaso sanguíneo se rompe y la sangre se derrama en el tejido cerebral” explica Maria Teresa Reyes, Neuróloga de SANNA Clínica Sánchez Ferrer en Trujillo. “En ambos casos, las células cerebrales comienzan a morir en minutos, por lo que el tratamiento oportuno es crucial para reducir el daño cerebral y otras complicaciones asociadas”, agrega.
¿Cuáles son los síntomas que pueden alertar que se está sufriendo un ACV?
¿Qué hacer en caso de sufrir un ACV?
La especialista recomienda buscar asistencia médica de inmediato. “Un accidente cerebrovascular es una verdadera emergencia y cuanto antes se brinde asistencia, más probabilidades hay de minimizar el daño”. Si estás presenciando a una persona con síntomas de un ACV, debes llamar a la ambulancia. Mientras llega, sujeta a la persona para evitar que se caiga y acuéstala con cuidado. Coloca su cabeza en alto para evitar que sus vías respiratorias se obstruyan con saliva u otro fluido. Es importante no darle ningún medicamento, solo esperar a los profesionales y estar alertas ante cualquier cambio. Comunica al personal médico sus síntomas, antecedentes médicos y medicamentos que toma.
¿Es posible prevenir un ACV?
Un estilo de vida saludable, con ejercicio regular y una alimentación balanceada que incluya frutas y verduras, es clave para prevenir muchas enfermedades, entre ellas los accidentes cerebrovasculares. De acuerdo al Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP), durante la pandemia la población peruana subió, en promedio, 7,7 kilos.
“El aumento de peso incrementa el riesgo de sufrir hipertensión, lo cual es un factor de riesgo para un ACV”, explica la Dra. Reyes.
En paralelo a ello, realizarse chequeos periódicos con personal médico especializado es de vital importancia para evitar o minimizar el daño que produce esta enfermedad. Los seguros de salud o planes EPS suelen cubrir este tipo de evaluaciones. Por ejemplo, el Programa Salud y Bienestar de Pacífico brinda este beneficio, previa evaluación e inscripción, sin ningún pago adicional.