Neumonía: ¿quiénes están en riesgo de padecerla?

Neumonía: ¿quiénes están en riesgo de padecerla?

17 Septiembre, 2019

Salud en Casa./ La neumonía es una enfermedad que puede afectar a todas las personas, sin excepción. Uno de esos casos es el de Gabriel Fernández, esposo de María Antonieta de las Nieves, la “Chilindrina”, y voz principal de los programas de televisión del recordado 'Chespirito';quién a sus 85 años falleció tras estar hospitalizado por varios meses a causa de este mal. 


 

 

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía puede propagarse por diversas vías. Siendo los virus y bacterias lo que están comúnmente presentes en la nariz o garganta de los niños, infectando a los pulmones al inhalarlos. También puede propagarse por vía aérea, en gotículas producidas en tosidos o estornudos y por medio de la sangre, sobre todo en el parto y en el período inmediatamente posterior. Por ello, es importante conocer cuáles son los principales grupos de riesgo de desarrollar neumonía y cómo podemos evitarla.

 

 

A continuación, especialistas de la ONG Una vida por Dakota, dan a conocer cuáles son los grupos de mayor riesgo de desarrollar neumonía:

 

 

BEBÉS MENORES DE 2 AÑOS: La neumonía es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo. Se calcula que la neumonía mató a unos 920,136 niños menores de 5 años en 2015, lo que supone el 15% de todas las defunciones de niños menores de 5 años en todo el mundo. Es recomendable que los padres se preocupen por prevenir esta enfermedad y que aprendan a identificarla lo antes posible para tratarla rápido y que no se produzcan complicaciones.

 

 

 

 

EMBARAZADAS: Las embarazadas están incluidas dentro del grupo de riesgo de sufrir enfermedades respiratorias, entre ellas, la neumonía. Las posibilidades de enfermarse aumentan si presentan alguna afección como hipertensión, diabetes, asma y consumo de tabaco o drogas. Durante el embarazo la neumonía puede ser un verdadero problema, y suele tener síntomas como fiebre alta, tos descontrolada y causando constante dolor en las costillas. El tratamiento para las embarazadas es mantener elreposo absoluto y siempre tratar de evitar exponerse a temperaturas demasiado bajas.

 

 

ADULTOS MAYORES: Los adultos mayores de 60 años tienen mayor probabilidad de contraer neumonía debido a que presentan un sistema inmunitario débil, pulmones desgastados por la edad, complicaciones de la gripe, contacto con personas afectadas o presencia de otras enfermedades. Además, es una población en riesgo pues al presentar la enfermedad deben ser hospitalizados y llevados a cuidados intensivos ya que incluso esta enfermedad puede causar la muerte. En el Perú, la neumonía es una de las enfermedades respiratorias que más muertes ocasiona. Solo en el 2018, más de 20 mil adultos mayores padecieron de esta enfermedad, por ello, el Ministerio de Salud aplica esta vacuna de manera gratuita en adultos mayores de 60 años en cualquier establecimiento de salud público.

 

 

PACIENTES CON VIH/SIDA: Las personas cuyo sistema inmunitario no estén funcionando bien tienen menos capacidad de combatir gérmenes. Tener un sistema inmune débil o suprimido aumenta el riesgo de neumonía y puede ser el resultado de una enfermedad como el VIH / SIDA. La neumonía es una enfermedad recurrente en los pacientes con portadores del VIH y termina siendo la principal complicación llevándolos a la muerte.  

 

 

 

 

 

PACIENTES CON ENFERMEDADES CRÓNICAS: Las personas con antecedentes de enfermedad pulmonar o enfermedad grave son propensas a recaer o a desarrollar neumonía. Algunas de estas enfermedades son: fibrosis quística, asma, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), bronquiectasia, diabetes, insuficiencia cardíaca, y anemia de células falciformes (hemoglobina anormal).

 

 

 

Cabe resaltar que, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), uno de los principales métodos para prevenir la neumonía es a través de la vacunación. Esta es recomendada en bebés y niños menores de 5 años, embarazadas (solo si se ha tenido contacto directo con personas infectadas o si son pacientes inmunodeprimidas), así como en adultos a partir de los 60 años. También debe ser aplicada en adultos con afecciones que debilitan su sistema inmunitario, como la infección por VIH, trasplante de órganos, leucemia, linfoma y enfermedad renal grave, entre otros.